Es como perderse y encontrar un lugar mucho mejor que al que te dirigías. Es la despreocupación, ese “lo que sea que fuese a hacer puede esperar”. Es narrativa y contexto al servicio de la gastronomía. De la excelencia de nuestras carnes. De la sorpresa en nuestros platos de temporada. Un concepto de restaurante por encima de la imaginación.
Un espacio íntimo. Un lugar de desconexión en el que disfrutar de nuestros platos elaborados en brasas de encina.
El entorno natural acoge esta casa de campo reformada para conseguir un espacio moderno con guiños en cada rincón a las tradiciones de nuestra tierra.